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Especialistas advierten en el Foro Executivas sobre la brecha salarial entre hombres y mujeres, que esta discriminación también marca las pensiones del mañana.

Destacaron la necesidad de auditar a las empresas y de que el control afecte a todas las áreas, empezando por la selección de personal.

 

La brecha salarial entre hombres y mujeres, una realidad que se percibe en todos los ámbitos, sectores y categorías de trabajo, no es solo una discriminación para la mujer hoy en día sino que marca, también, las pensiones de mañana. Esta es una de las conclusiones que se alcanzaron en el foro ‘Brecha salarial y desigualdad, ¿causa o consecuencia?’, que organizó la asociación Executivas de Galicia en el Club Financiero de Vigo.

Ponentes del sector de la justicia, de la empresa, universitario y sindical desgranaron algunos de los principales problemas de la brecha salarial, “el paradigma de la discriminación”, como la definió María Teresa Conde Pumpido Tourón, magistrada de la Sala de lo Social de TSXG.

En un debate donde, además, participaron María Bastida, profesora de Organización de Empresas de la Universidad de Santiago; Francisco Domínguez, gerente de la asociación de Empresarios de Mos, Ester Mariño, técnica de igualdad de la CIG, y Margarita Pampín, Inspectora de Trabajo y Seguridad Social, se destacó que esta situación de desigualdad ya fue advertida desde Europa, que pidió a España que antes de 2015 adoptase medidas, “y aún estamos en 2018 hablando de este tema como si fuese una novedad”.

Sandra Cid, auditora de Lógica Auditores, presentó un informe sobre brecha salarial, y sostuvo que, “comparando trabajador y trabajadora con la misma categoría, funciones y estudios, vemos que ellas cobran un 13% menos que los hombres, pero la cifra asciende a un 23% porque las mujeres son las que tienen más reducciones de jornada y eso las limita a la hora de promocionar en la empresa, cobrar incentivos y variables o en traslados”.

Quedó patente, además, la necesidad de aportar a las organizaciones información y formación sobre la brecha salarial, así como de que las empresas estén auditadas para que se conozca su situación y se puede actuar, y que ese control debe afectar a todas las áreas, incluidas las de selección personal. La Administración, se comentó, actúa por campañas y atendiendo a denuncias particulares, y las sanciones que imponen se califican como muy graves.