El IV Encontro pola Corresponsabilidade, organizado por el grupo jurídico de Executivas de Galicia en colaboración con la Deputación de Pontevedra, y en el que participaron cerca de un centenar de personas expertas en diferentes ámbitos educativos, sociales y jurídicos, concluyó con la idea clara de la coeducación como herramienta de respecto fundamental para alcanzar la igualdad real entre mujeres y hombres.

La inauguración de la jornada fue a cargo de la presidenta de la Diputación de Pontevedra, Carmela Silva, la presidenta de Executivas de Galicia, Carla Reyes Uschinsky y la diputada provincial Ana Laura Iglesias.

La primera de las mesas redondas, en las que participaron el Magistrado de la Audiencia de A Coruña, ex juez de violencia de género, Miguel Filgueira Bouza y la abogada y profesora del Máster de la Abogacía USC Mar Vivero Vizoso, se hizo referencia al marco legal en el que se mueven padres y profesorado en el ámbito de la educación poniendo especial énfasis en las consecuencias que tiene la aplicación del Derecho Penal a determinadas conductas. En ellas están previstas penas de prisión y medidas de alejamiento y con graves consecuencias para la vida familiar.

También incidieron en que hay que informar más a los menores y adolescentes sobre sus obligaciones – de sus derechos ya tienen quizá demasiada y es utilizada para un empoderamiento excesivo a su entender – hacia sus padres y que consideran se están incumpliendo de forma reiterada en nuestra sociedad actual.

 

A continuación, Chis Oliveira, catedrática y promotora del Comando Igualdad, presentada por la abogada Luisa Rivas García, hablaron sobre los estereotipos invisibles que nos influyen sin que apenas lo percibamos en nuestro día a día.  Chus Oliveira insistió en la necesidad de ponernos todos y todas “unas gafas violetas“, para poder identificar aquellos estereotipos y comportamientos que generen desigualdad. Ser conscientes del lenguaje que utilizamos o el consumo de pornografía cada vez a edades más tempranas, entre otras situaciones, repercute negativamente en el concepto sobre la sexualidad, el amor y todo lo relacionado que los lleva a repetir comportamientos machistas, como las violaciones grupales.

En tema de la tercera mesa redonda, fue el hecho de que apenas haya mujeres en las carreras tecnológicas cuando estas carreras no tienen mayores dificultades a la hora del estudio que Medicina o Derecho donde las mujeres, por el contrario, si tienen una representación muy significativa siendo incluso mayoría en muchos casos. En esta ocasión, las participantes de la mesa eran la Catedrática del Departamento de Teoría Social e Comunicacións da Universidade de Vigo, Carmen García Mateo, y la abogada Montserrat Vale.  Los estereotipos vinculados a estas especialidades pueden ser uno de los muchos motivos. En su caso, defendió el papel de las mujeres para dar un paso adelante para así ser visibles y participar en puestos de responsabilidad.

La sesión de la tarde se inició con un taller a cargo de la abogada Asución Fieira Busto, que realizó unas dinámicas y actividades sobre la brecha salarial y visibilidad de las mujeres en libros de texto, deporte, publicidad.

La siguiente ponencia corrió a cargo de Paloma García García, profesora de diversidad afectivo sexual en el IES Castro Alobre de Villagarcía de Arosa, presentada por la abogada Esther Pérez Escudero. Contó como su Instituto ha sido pionero en elaborar y aplicar con éxito un proyecto de coeducación. En este proyecto se trabaja expresamente con la diversidad afectivo sexual ( LGBT) y han conseguido que el propio alumnado sea capaz de identificar,  prevenir e incluso corregir las situaciones de desigualdad, violencia, abuso… estando libres de todas ellas; algo de lo que la ponente se mostró especialmente orgullosa mostrando además videos y fotogramas al respecto.

El evento finalizó con una mesa redonda sobre innovación en la educación constituida por Laura Llauder, Eliana Oliveros, Dani Diéguez y Alejandra Fernández, moderada por Asunción Fieira Busto. Todos coincidieron en la necesidad de escuchar activamente al alumnado, permitirles ser creativos, utilizar el juego y conseguir emocionarles. Se recalcó la necesidad de la colaboración entre familias y centros educativos y la necesaria formación del profesorado en gestión emocional.