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De sangre andaluza, madrileña de nacimiento y gallega de adopción y de corazón tiene el gen emprendedor en su ADN.

Estudió Turismo en la Escuela Oficial de Turismo de Madrid pero desarrolló su carrera profesional dentro del área Económico-Financiera de RTVE y Retevisión y posteriormente en la Dirección Comercial de Auna y Ono.  Después de haber sufrido de lleno los ajustes de la crisis, decide apostar por el emprendimiento.  Lleva más de 5 años en  Grupo Affines desarrollando programas formativos para el entrenamiento de competencias emocionales y habilidades sociales. Ella habla de “proyecto” pero lo cierto es que Affines es ya una realidad empresarial sacada adelante por tres mujeres.

Pilar es, además, Mentora de la Red Mentoring del IGAPE, coach y vicepresidenta de Executivas de Galicia. Apasionada por la gestión del talento y la gestión del cambio, la innovación y la tecnología, la sostenibilidad y la responsabilidad social. En general por todas las actividades encaminadas a potenciar el entusiasmo y una actitud mental positiva. Y, por supuesto, el impacto del deporte en la salud física, mental y emocional.

 

Después de dedicarse durante años en un puesto de trabajo fijo para una empresa montas tu propio proyecto. ¿Qué ha sido lo más duro?

Por mucha experiencia laboral por cuenta ajena que tengas, no se puede equiparar al emprendimiento, a veces no sabes qué tienes que hacer, no te queda otra que probar diferentes opciones y  recorrer muchos caminos que en ocasiones están llenos de obstáculos, por eso, una emprendedora tiene que ser, por encima de todo, perseverante.

Aunque la mayoría de profesionales en la materia insisten en que hay que dedicarse a hacer únicamente aquello por lo que te pagan, lo normal es que cuando eres una micropyme o freelance, te dediques a hacerlo tú todo, lo que conlleva muchas tensiones de tesorería y ponen en riesgo tu capacidad financiera.

 

¿Ser mujer en tu profesión ha supuesto un hándicap en algún momento?

Afortunadamente, nunca me ha supuesto ningún problema en mi carrera profesional, debemos ser nosotras quienes mostremos cómo queremos que nos traten si en algún momento no nos gusta lo que vemos u oímos y también acostumbrarnos a pedir lo que queremos. Es evidente que no todas las personas tenemos las mismas percepciones, de ahí la importancia de la asertividad y la empatía.

 

¿Cuáles son tus expectativas de futuro?

Crecer en volumen de negocio, porque hacemos lo que nos apasiona y sabemos que las competencias emocionales son la clave para alcanzar una vida personal y profesional plena.

 

¿Las tres principales trabas para el desarrollo profesional de las mujeres hoy por hoy?

Que, a la hora de acceder a un puesto de trabajo o promocionar internamente, quien realiza la selección lo haga en función del género y no de la formación y competencias.
Aunque estamos muy bien preparadas hemos llegado más tarde al mercado laboral, estamos en inferioridad de condiciones, de ahí la importancia de que se cumplan las cuotas.
Que la mayoría de las empresas continúen viendo la maternidad y/o la conciliación como un problema de rentabilidad.

¿Por qué en Executivas?

Para formar parte de un grupo de mujeres independientes con inquietudes afines,  para compartir experiencias y conocimientos y colaborar en todos los proyectos e iniciativas que emprendemos con el objetivo de aportar valor y dar mayor visibilidad y apoyo a las presentes y futuras executivas