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Si tuviésemos que poner un calificativo sería el de super-woman. Ana es la imagen fiel de esa mujer que lo puede todo, o que al menos lo intenta. Representa esa mujer de nuestro tiempo, que ha optado por compaginar su iniciativa personal y profesional con tres hijos. Ana es una mujer que no se plantea ni por asomo renunciar a nada, aunque sabe que hay momentos en que es inevitable elegir.

Titulada en Empresariales, con máster en internacionalización lleva más de 15 años dedicada la dirección logística en el grupo de empresas Lógica con sede en A Coruña. No pertenece a la generación de las nativas digitales pero reconoce estar enganchada al portátil, smartphone y tablets. Sabe que estas herramientas son claves para sacar adelante el último proyecto en el que se deja la piel: CARRYCOOL.

¿Cuéntanos,  Ana, cómo surge este nueve proyecto?

La idea de Carrycool nace en el verano de 2012, después de muchas horas conduciendo por la carretera de la Costa de La Coruña a Puentedeume, pensando en llegar a tiempo a recoger a mis hijos para pasar la tarde en la playa y en como apañarme para llevar todo el kit de toallas, bañadores, jerseys por si acaso y meriendas, claro. Ya por entonces, había tendencia de llevar un carrito de la compra a la playa y se me ocurrió ponerle una nevera en la parte inferior y una mochila encima, que se pudiesen transportar en el carro o por separado, y que fuese muy fácil de llevar en el maletero del coche.

¿Sientes que tu maternidad ha condicionado tu vida profesional?

En absoluto. Mi marido ha sido mi gran apoyo y siempre ha sabido la importancia de mi profesión y de mi labor como socia de Lógica. Si que es verdad, que si la tecnología hubiese estado más avanzada cuando nacieron mis hijos, hubiese sido menos problemático estar 5 o 6 semanas de baja. Hace 13 años, la conexión por remoto no era como hoy.

¿En algún momento has tenido que sacrificar aspiraciones profesionales por tus hijos?

Nunca diría sacrificar. Si que he tenido que elegir, pero he elegido a gusto. Quizás la decisión más difícil ha sido reciente cuando he rechazado volver a estar al 100% de mi tiempo, trabajando para Lógica. Me cuesta, porque me gusta mi  trabajo, pero mis hijos están en una edad que necesitan mi apoyo en casa. Mi marido ha estado los últimos 5 años viviendo fuera de La Coruña y después de un tiempo muy difícil intentando estar en todo, reduje mi jornada laboral. Tengo que reconocer que meses después de haber tomado esa decisión y de convertirme en taxista de mis hijos, seguía diciendo “qué feliz soy” cada vez que me montaba en el coche con ellos, para llevarlos al cole.
Curiosamente, fue en ese momento de bajada de ritmo frenético, tanto en la oficina como en casa, cuando se me ocurrió este nuevo proyecto, Carrycool.

¿Principales medidas para mejorar la conciliación entre maternidad y trabajo?

Sin duda pienso que una gran medida de mejora de la conciliación es el horario flexible. Si el equipo de trabajo está cohesionado y la gente es responsable, funcionará seguro. También soy muy fan del teletrabajo, siempre que sepas ponerle freno y marcarte momentos de “ordenador prohibido”. Por ahora soy un mal ejemplo en esto.
Por supuesto cualquier ayuda al empresario, para cubrir la baja con otra persona, sería una iniciativa a aplaudir.

¿Por qué te parece necesario que las mujeres directivas se agrupen?

Creo en las tendencias de dirigir en femenino. Queramos o no, tenemos experiencias y vivencias comunes, con las que no se enfrentan los hombres, y cuando las reflexionas en grupo, obtienes conclusiones y determinación para actuar o implantar cambios.
Creo que estas uniones pueden ser interesantes para movilizar intereses comunes y aunque no me gusta mucho la discriminación positiva, creo que Executivas ha conseguido presencia en las instituciones, no solo de la mujer directiva, sino de la mujer emprendedora.
Además, cualquier grupo de mujeres es capaz de hacer el mejor networking que puede abrirnos puertas.

¿Has encontrado freno a tu carrera por ser mujer, crees que existen barreras?

No, nunca he encontrado freno por ser mujer. He peleado por muchos frenos, pero no los he relacionado con ser mujer. Todos batallamos en nuestra vida profesional, hombres y mujeres. Me gusta pensar que no hay prejuicios y que no hay barreras. Creo que es algo cultural y antiguo pensar que las hay. Lo que necesitamos es estar bien formadas, ser perseverantes y aprovechar las oportunidades que se nos presentan.